Fermín se acercaba lentamente a una puerta. Al cruzarla se encontró con Saúl, su jefe. Estaba sentado con unos folios encima de la mesa. Fermín se sentó enfrente suyo y descubrió que faltaba alguien, pues había una silla vacía. Momentos después, entró por la puerta Rebeca y se sentó en la silla vacía. Los dos ya se conocían, llevaban más de tres años trabajando juntos para Saúl buscando a críminales ocultos.
-Bien chicos-dijo Saúl-, os he avisado por que tenéis que buscar a un nuevo criminal. Su nombre es Roberto Pérez, se fugó de una cárcel de máxima seguridad el pasado mes de Abril. Cuatro meses después, aún no se sabe nada de él. Según los rumores ha podido cambiar de aspecto y se oculta cerca de la costa Valenciana. Tenéis que cogerle.
-No se preocupe jefe-dijo Fermín-, le atraparemos.
Los dos salieron de la habitación y se dirigieron a sus respectivas casas a coger algo de equipaje, y sobre todo, a armarse. Por la tarde, los dos ya estaban en la carretera camino de Valencia. Una hora más tarde, el coche pinchó. Los dos pararon en la carretera y descubrieron que no había sido un pinchazo: era un disparo. Alguien les estaba siguiendo para impedir que atrapasen a Roberto. Fermín cambió la rueda y se dirigieron a Valencia.
Llegaron de madrugada y fueron al hostal que tenían contratado para comenzar a buscarle al día siguiente. Rebeca bajó a desayunar muy pronto y vio a un hombre muy sospechoso saliendo a toda prisa del comedor. Salió corriendo detrás de él pero éste la golpeó. Rebeca se levantó y fue detrás de él hasta que se avalanzó sobre él y le capturó.
-¿Quién eres?-dijo Rebeca apuntándole con la pistola.
-Mi nombre es Sandro Pérez-dijo el hombre.
-El hermano de Roberto Pérez-dijo Rebeca.
Capítulo 2: La Trampa
Rebeca lo cogió y le metió en la habitación de Fermín. Los dos le ataron en una silla y le quitaron la mordaza para interrogarle. Sandro les dijo que no sabía nada de su hermano. Rebeca decidió meterle un balazo en la pierna pero, justo cuando iba a hacerlo, Sandro decidió hablar.
-Mi hermano está escondido aquí-dijo Sandro-, pero os aconsejo que no le busquéis, será vuestra muerte.
-Eso es cosa nuestra-dijo Fermín-, ¿dónde está?
-En el Bar "Las Calamidades"-dijo Sandro-, cerca de la costa.
-De acuerdo-dijo Rebeca poniéndole de nuevo la mordaza-, tú te quedas aquí.
Los dos salieron de la habitación y se dirigieron a la costa. Entraron en el bar pero no encontraron a Roberto. El camarero les vio y sacó una escopeta de debajo de la barra. Fermín y Rebeca consiguieron esquivar las balas y tirarse al suelo disparando. Fueron corriendo hasta un pequeño acantalido y se tiraron juntos. Momentos después, consiguieron salir del agua en una zona seca. Se habían dado cuenta de que había sido una trampa.
Se dirigieron al hostal pero Sandro ya no estaba allí. La cosa se había puesto muy peligrosa y no tenía ni idea de dónde seguir buscando hasta que Rebeca encontró una tarjeta en el suelo perteneciente a Sandro: Casino Ópera.
-¿Te gusta el juego?-dijo Rebeca.
-Me gusta jugar-dijo Fermín.
Capítulo 3: El Casino
Por la noche, Fermín y Rebeca se pusieron sus ropas de gala para acudir al casino a pillar a Roberto. Intentaban pasar desapercibidos para que Roberto no sospechase, por lo que también decidieron separarse. Rebeca vio a Sandro cerca de una mesa y, desde lejos, comenzó a espiarle. Sandro sacó su teléfono y comenzó a hablar con él. Seguidamente colgó y se metió por la puerta de servicio. Rebeca fue detrás de él sacando dentro su pistola.
Fermín había conseguido visualizar a otros dos sospechosos que también se metieron por una puerta de servicio. Fermín fue detrás de ellos. Los dos se encontraron persiguiendo a los secuaces de Roberto. Decidieron colarse por el conducto de ventilación. Llegaron a una pequeña trampilla donde vieron una mesa de póker con todos ellos y el gran sospechoso de todos: Roberto. Fermín y Rebeca sacaron sus pistolas y salieron de la trampilla apuntándoles.
-Se acabó el juego Roberto-dijo Fermín.
-Esto no ha hecho nada más que comenzar-dijo Roberto.
En ese momento comenzó un tiroteo. Fermín y Rebeca se refugiaron detrás de una columna. Rebeca vio como Roberto huía por un pasillo e intentó interceptarle. Rebeca consiguió dispararle en la pierna y dejarle desarmado. Fermín se ocupó del resto pero sólo consiguió capturar a uno de los secuaces.
Tres días después
Fermín y Rebeca habían conseguido devolver a Roberto y a su secuaz a la cárcel. Saúl les volvió a llamar para comunicarles que todo aún no había acabado ya que Roberto tenía entre manos un negocio de tráfico de armas y que su hermano Sandro iba a terminar el trabajo. Fermín y Rebeca tenían que ir a un pequeño pueblo de Valencia para poder evitar que Sandro y su secuaz trajeran una gran cantidad de armas a España.
Capítulo 4: Interceptar
Por la noche, Fermín y Rebeca consiguieron llegar al pueblo Valenciano donde, ocultados, vieron como Sandro y su secuaz se acercaban al puerto para poder conseguir las armas. En ese momento, Fermín y Rebeca salieron de su escondite y les apuntaron con sus armas. Sandro disparó a Rebeca y consiguió darle en el brazo. Después, hechó a correr.
-Vete detrás de él-dijo Rebeca.
Fermín comenzó a corrrer detrás de Sandro. El secuaz se acercó a Rebeca para acabar con ella pero ésta consiguió darle una patada y dispararle en sus partes. El secuaz cayó al suelo muerto de dolor.
-Ahora intenta reproducirte-dijo Rebeca.
Fermín continuaba corriendo detrás de Sandro hasta que consiguió avalanzarse sobre él y capturarle. Horas después, los dos criminales ya habían sido entregados a la justicia y Rebeca se recuperaba en un hospital. Días después, Rebeca conseguía volver a su casa para continuar recuperándose. Fermín consiguió sorprenderla con una cena especial para celebrar que habían terminado la misión con éxito.
Los dos cenaron tranquilamente pero Fermín decidió dejarla descansar y se fue a su casa. Al día siguiente, Saúl les llamó para felicitarles por el trabajo y anunciarles que tenía una nueva misión para ellos: alguien iba a comprar las armas que Roberto y Sandro no pudieron comprar.
Fermín decidió no avisar a Rebeca para que pudiese recuperarse y se puso en marcha de nuevo hacia la costa Valencia para intentar encontrar a Carlos García, un narcotraficante de armas que iba a conseguir meterlas en España. Esa noche, Rebeca se enteró de la misión y decidió ir a buscar a Fermín para ayudarle.
Capítulo 5: El Rastro
Fermín estaba escondido detrás de unos arbustos, cerca de la costa, esperando alguna aparición de Carlos. En ese momento, alguien le golpeó y le dejó incosciente. Fermín se despertó atado en una silla y encerrado en un sótano con Carlos García delante suyo.
-Dejad de meter las narices donde nadie os manda-dijo Carlos.
-Da igual lo que hagas conmigo-dijo Fermín-, no te vas a salir con la tuya.
-Eso ya lo veremos-dijo Carlos.
Carlos salió de la sala. En ese momento, Rebeca encontró un rastro de sangre de Fermín en la zona donde le habían capturado. Decidió comenzar a andar hasta encontrar la casa más cerca, de allí vio salir a Carlos en un todoterreno. Se acercó rápido al coche y le puso un pequeño rastreador. Después, se coló en la casa hasta llegar al sótano donde liberó a Fermín. Los dos se dieron un gran abrazo.
De madrugada, el coche se paró cerca del puerto. Fermín y Rebeca consiguieron llegar a tiempo gracias al rastreador. Justo cuando las armas iban a ser descargadas, Fermín y Rebeca aparecieron para detenerles. Carlos había sido derrotado y llevado a prisión. Días después, el caso ya había sido archivado y Rebeca podía por fín descansar. Fermín decidió ir a cuidarla más a menudo para agradecerle que le salvara.
-Somos un equipo-dijo Rebeca-, no te olvides de eso.
Capítulo 6: El Juicio
Dos meses después de la detención de Carlos, Fermín y Rebeca fueron como testigos al juicio de Roberto Pérez, Sandro Pérez y Carlos García. Los tres fueron imputados por sus delitos y condenados a la cárcel. Fermín y Rebeca salieron muy contentos del juzgado y decidieron ir a celebrarlo. Estuvieron toda la noche de copas hasta que los dos, se acercaron y se besaron. Al día siguiente, Saúl les volvió a citar en su despacho.
-Rebeca-dijo Fermín-, sobre lo de ayer.
-Prefiero no hablar del tema-dijo Rebeca-, de momento.
Fermín se había quedado algo mal ya que, para él, había significado mucho ese beso. Saúl les comentó que el caso del tráfico de armas había salido bien, las armas habían sido retiradas, pero que tenía un nuevo caso para ellos. Se trataba de un asesino en serie buscado por la policía. Llevaba tres años desaparecido y se le buscaba por toda Europa. Fermín y Rebeca tenían que capturarlo como sea.
Los dos aceptaron la misión y se prepararon para ello. Saúl pudo notar algo raro a Fermín, por lo que se acercó a hablar con él.
-Nunca te enamores de alguien de tu trabajo-dijo Saúl-, y menos de un trabajo como éste.
-Lo tendré en cuenta-dijo Fermín-, gracias Saúl.
Capítulo 7: Asesino en serie
Fermín y Rebeca llevan dos meses tras la pista del asesino en serie más buscado de Europa, Raúl Montes. Llevaba tres años en búsqueda y captura. Había pasado también ese tiempo desde que Fermín y Rebeca compartieran un beso, aunque no hayan hablado de ello desde entonces. Los dos se encontraban en París, infiltrados por un chivatazo de que Raúl se encontraba en la ciudad. Los dos se vistieron de forma elegante y fueron a la ópera, ya que es donde supuestamente iba a dar su siguiente golpe. Los dos estaban viendo la representación cuando Fermín le cogió la mano a Rebeca. Los dos se miraron en el momento en el que sonó un grito.
Capítulo 8: Rehén
Los dos pudieron ver cómo alguien de abajo acababa de ser asesinado. Los dos salieron del teatro y vieron como Raúl se subía en un coche para darse a la fuga. Los dos le siguieron pero no consiguieron alcanzarle. Cuando regresaron al hotel descubrieron que la persona que había sido asesinada era una de las personas más acaudaladas de la ciudad. ¿Un asesinato por dinero? Sería demasiado fácil para ser verdad. Con el teatro cerrado, los dos descubrieron que faltaba una persona: Raúl se la había llevado de Rehén. Descubrieron que se trataba del hijo de la víctima, el actual único heredero de la fortuna.
Capítulo 9: La Casa
Al día siguiente, los dos hablaron con Saúl. Éste les dio unas pistas GPS de una casa en las afueras de París donde el asesino podría estar escondido con el rehén. Los dos se pusieron camino a la casa. Por el camino, Fermín sacó de nuevo el tema del beso. Rebeca paró el coche y le dijo que también había significado algo para ella pero que en este tipo de trabajo no podía pasar nada entre ellos nunca. Los dos continuaron el recorrido a la casa hasta que anocheció. Se ocultaron y entraron dentro de la casa. Dentro encontraron pruebas de que el rehén había sido atado.
Capítulo 10: El Rescate
Rebeca encontró una mini-dv. La vio y descubrió que el asesino pedía como rescate que se le concediera a él toda la fortuna del heredero en 24 horas o el heredero moriría. El asesino se refería directamente a Fermín y Rebeca, por lo que sabía que iban detrás de él. Los dos hablaron con Saúl ya que no sabía qué hacer. Él, en persona, viajó a París para poder detener a Raúl. Al día siguiente, los tres consiguieron seguir unas huellas y descubrieron una pequeña granja abandonada donde se encontraba el asesino. Los tres entraron armados. Raúl apuntó al heredero con una pistola en la cabeza.
Capítulo 11: Tiroteo
Los cuatro apuntaban con sus armas dispuestos a matar. En un momento de despiste, Raúl disparó a Saúl en el brazo. Fermín consiguió responder al disparo dándole en la pierna. Rebeca se quedó con Saúl y Fermín fue detrás de él. Consiguió subirse encima del coche en marcha. Raúl daba movimientos bruscos con el coche para poder tirar a Fermín. Al estar distraído, los tres cayeron de un puente al mar. Fermín consiguió salir del agua y recuperó al heredero sin rastro de Raúl. Esa misma noche, Saúl y el heredero se encontraban hospitalizados en París.
Capítulo 12: Explosión
Fermín y Rebeca estaban tranquilos ya que Saúl y el heredero se encontraban bien. Ahora quedaba atrapar a Raúl, aunque no sabían por dónde empezar a buscar. En mitad de la noche, todo el hospital tembló a causa de una bomba. Rebeca fue al lugar de la explosión y Raúl consiguió dejarla inconsciente de un puñetazo. Raúl fue directo a la habitación del heredero disparando hacia Fermín. En ese momento, Saúl salió de su habitación y disparó en la cabeza a Raúl, que cayó muerto al instante. Horas después, Rebeca despertó feliz porque por fín habían detenido al asesino en serie.
Capítulo 13: Celebración
Una semana después, los tres regresaron a España y decidieron celebrar el fin del asesino en serio de Europa. Cuando estaban solos, Fermín le dijo a Rebeca que no le importaba el trabajo que tenía que sólo quería estar con ella. A punto de volver a besarse, Rebeca se echó para atrás al recordar algo que le pasó. Fermín no entendía nada pero comenzaba a pensar que Rebeca en realidad no quería estar con él. Al día siguiente, Rebeca fue al cementerio para ver la tumba de su marido, muerto en un tiroteo años atrás. En ese momento, Saúl recibió una llamada de teléfono.
Capítulo 14: El Regreso
Saúl les informó a Fermín y Rebeca de que tenían una nueva misión entre manos. Había vuelto a aparecer Fernando Garrido, uno de los terroristas más buscados de Europa y asesino del marido de Rebeca cinco años atrás. Fermín comenzó a entender en ese momento los motivos de Rebeca para no estar con él pero prefirió no decir nada. Saúl les dijo que había sido visto por última vez en Londres. Los dos cogieron el primer avión para Londres. Allí fueron al hotel para instalarse y poder capturar al terrorista. Rebeca sabía que no tenía que tomarse ésta misión como algo personal.
Capítulo 15: La Bomba
Al día siguiente, Rebeca y Fermín estaban cerca del Big Ben cuando sonó una gran explosión. Los dos se acercaron para intentar ayudar a los heridos. Descubrieron el explosivo y comenzaron a rastrearlo para poder encontrar la localización del transmisor. Comenzaron a seguir la ruta hasta que llegaron a una zona céntrica de la ciudad: tenía que estar bajo las alcantarillas. Los dos se metieron y comenzaron a recorrer los túneles hasta que comenzaron a oír disparos. Los dos se ocultaban mientras los miembros de la banda terrorista les disparaban. Rebeca consiguió alcanzar a uno de ellos.
Capítulo 16: El Refugio
Fermín y Rebeca continuaron avanzando hasta llegar al refugio del terrorista. Fernando y Rebeca compartieron una mirada. Fernando consiguió escapar sin que Rebeca hiciese nada. Fermín no podía entender cómo su compañera le había dejado escapar. Por la noche, Saúl llamó a Rebeca para apartarla de la misión. Rebeca aceptó sin decir nada más. Al día siguiente, Fermín regresó al refugio para encontrar alguna pista sobre el nuevo paradero de Fernando. Rebeca estaba en el aeropuerto esperando para embarcar hacia España cuando alguien le dio un fuerte golpe en la cabeza.
Capítulo 17: Retenida
Rebeca se despertó en una nueva guarida de Fernando. Éste le dijo que iba a morir igual que su marido. Fermín seguía con pistas para intentar encontrar el refugio. Saúl llamó a Fermín para decirle que Rebeca no había regresado a España. Fermín intentó llamarla pero no contestaba el teléfono. Comenzó a preocuparse por si a Rebeca le había pasado algo. En la nueva guarida, Rebeca consiguió desatarse y conseguir un arma. Apuntó a Fernando mientras él le apuntaba a ella. Los dos compartieron una mirada. Fermín consiguió dar con el refugio.
Capítulo 18: El Disparo
Fermín comenzaba a andar por el refugio cuando escuchó un disparo. Esperándose lo peor llegó a la zona central y pudo ver cómo Fernando estaba muerto en el suelo. Rebeca le había disparado. Los dos consiguieron detener a los demás miembros de la banda terrorista. Rebeca debería de haberse sentido bien al vengar a su marido, pero no se encontraba bien. Los dos regresaron a España. Saúl les dio unos días para descansar. Ambos decidieron descansar juntos. Una noche, después de cenar, Rebeca le dijo a Fermín que estaba preparada para asumir un nuevo riesgo. Se acercó y le besó.
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